miércoles, 18 de noviembre de 2009

Como antes, como siempre II


"Qué mejor que un empate y clasificar con lo justo?" Pregunté en el artículo anterior, porque la lógica celeste, que es muy distinta a la otra, a la de los libros, pero que mucho se asemeja a la del fútbol, esa que se explica solo con historia. Sabíamos que teníamos todo a favor, un gol, una victoria y hasta un empate, pero, no todas eran ventajas, también teníamos 65.000 personas alentandonos, que es de las cosas que más nos cuesta, regalarle a tanta gente un tercio de lo que ellos le brindan a la selección. Pero, al final, después de morder los labios, de apretar los puños, de intentar fusionar los dientes entre sí, el juez hace lo que más disfrutamos los uruguayos, pitar el final, y ahí, desnudar la alegría contenida, abrir las manos, despegar la dentadura y abrazarnos en un solo grito.

No hay mucho que analizar, y menos hoy, a minutos de la clasificación, para quienes somos jóvenes, y apenas vivimos con uso de razón un solo Mundial, no nos queda otra que disfrutar e ir aprendiendo que acá las cosas se hacen así, con esfuerzo, con sufrimiento, y de atrás, con hombría, a lo charrúa. Que los incrédulos que quieren jugar bien, aprendan que no, hubieran nacido del otro lado, allá, donde se habla otro idioma, acá, se gana así, como se puede, con lo justo, en repechaje pero sobre todas las cosas, como antes, como siempre.

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